Te rodeo con mi presencia reconfortante y te ayudo a encontrar paz en los momentos de transición. Recuerda que el cambio es parte del ciclo divino y, aunque puede parecer desafiante, siempre trae consigo nuevas oportunidades para el crecimiento. No estás solo; estoy aquí para acompañarte en cada paso del proceso, guiándote hacia la luz y la curación. Permítete liberar el miedo y abrazar la transformación con confianza, sabiendo que el amor divino está siempre a tu lado, guiándote hacia un futuro lleno de paz y renovación.